Luego de mucho buscar una hermosa frase, encontré que el mejor homenaje a los maestros está en nuestro anecdotario, esos recuerdos de colegio y universidad que cada uno lleva aferrados a la piel, nos roban el aliento y mil sonrisas cuando los traemos a refrescar el alma, como si resucitáramos episodios de infancia y juventud, envueltos en una enorme luz de días felices, que sacamos y guardamos de la memoria. Los nombres de los maestros que nos influenciaron de una u otra forma, se quedarán allí marcados en nuestra historia, como recuerdo imborrable de que por ellos aprendimos a mirar y sonreír el mundo.

Expreso mi sentimiento de gratitud a quienes fueron mis maestros en la Escuela Normal y la Universidad Tecnológica de Pereira, de igual forma, rindo tributo de admiración a nuestros maestros del Municipio de Pereira y el país, que son gran ejemplo de la nobleza en la entrega del ser humano.